Logopedia

Mi hijo no habla.. ¿Qué puedo hacer?

El desarrollo del lenguaje es posiblemente el logro más complejo y asombroso al que se enfrenta el niño en sus primeros años de vida. En pocos meses el bebé pasa de llorar y gemir a comprender palabras y frases.

Los primeros dos años son un continuo viaje de exploración y alegría. Incluso antes de poder pronunciar su primera palabra, el bebé ya se entretiene con sus experimentos de comunicación, ruidos, balbuceo, gestos, escuchar e imitar hasta que al fin domina la capacidad de articular palabras completas.

¿Pero qué pasa cuando el desarrollo del habla de nuestro hijo no va a la velocidad que esperábamos? Cuando existe un desarrollo más lento del habla, es frecuente encontrar niños silentes que a penas nos damos cuenta de que están o por el contrario niños creativos que, ante la dificultad para hablar, han desarrollado formas alternativas de comunicación (llorar, tirar de la mano de mamá o papá, empujar, pegar, mirar el objeto que quieren, señalar, morder).

Vamos a detenernos un momento para prestar atención a los prerrequisitos de la comunicación, base necesaria para que el lenguaje aparezca. Te proponemos que observes a tu hijo y tomes notas. Usa esta lista como guía de tus anotaciones.

Contacto ocular

Observa si de forma espontánea tu hijo te mira a los ojos cuando compartís un juego, cuento o canción.

Atención y Acción conjunta

Observa si te busca  con la mirada para compartir sus juguetes u objetos, alternando la mirada entre tus ojos y lo que desea.

Imitación

Observa si espontáneamente tu hijo imita tus gestos y acciones.

Audición

Observa la reacción de tu hijo a ruidos, sonidos y habla. ¿Reacciona ante los distintos estímulos auditivos dando muestras de que los comprende?

Intención comunicativa

Observa qué hace tu hijo cuando necesita o quiere algo ¿Se dirige a ti?, ¿Te lleva al objeto?, ¿Resuelve sólo su necesidad?

Una vez hechas las anotaciones tendrás una idea más clara de las fortalezas comunicativas de tu hijo y de aquellos  prerrequisitos en los que podéis ayudarle.

 

Favoreciendo la comunicación y el lenguaje

Para comunicar necesitamos un motivo,  vamos a provocar los motivos para que nuestros hijos quieran hablar con nosotros. Busquemos aquello que más les gusta y desean para ponerlo fuera de su alcance (comida, música, pompas). Nos vamos a convertir en los guardianes su juguete/comida favorito, de esta forma necesitarán pedirnos a nosotros lo que desean (intención comunicativa).

Necesitamos buscar aliados para provocar el lenguaje. Juguetes como las pompas o juguetes de cuerda que ellos no pueden accionar solos son interesantes para estas actividades. De igual manera para los más comilones, comidas ¨capricho¨ fácilmente fraccionables (necesitamos que se queden con hambre y no se sacien para que nos sigan pidiendo) como gusanitos o  trocitos de galleta son un recurso muy útil. La lista de objetos/juguetes que puedes usar es ilimitada y dependerá de los gustos de cada niño. También puedes guardar dentro de una caja que tu hijo no puede abrir,  su objeto deseado.

Es importante que comencemos por agacharnos y ponernos a su altura. De forma natural ya estaremos favoreciendo el contacto ocular. También podemos poner el juguete en cuestión entre sus ojos y los nuestros.

La música y en especial las canciones infantiles que se pueden acompañar de gestos son un buen recurso para compartir momentos divertidos mientras favorecemos la imitación. Si os animáis podéis cantar juntos (acción conjunta) o para días menos artísticos podéis poner su canción favorita e interrumpirla inesperadamente para que os pida ¨más¨ o ¨música¨.

Para los más mimosos las cosquillas, mimos o masajes también son una actividad muy placentera que podemos compartir e interrumpir para que nos pidan ¨cosquillas¨, ¨mimos¨, ¨masajes¨ o ¨más¨.

Otro recurso presente en todas las casas son los cuentos (atención conjunta), busca aquellos que le llamen más atención (colores vivos, texturas, solapas, con sonidos… ) y dedica un tiempo al día leer juntos. Los cuentos con animales, transportes, instrumentos musicales, nos facilitan que usemos onomatopeyas altamente atractivas y accesibles para nuestros hijos. Recuerda que el cuento es una excusa para aprender y disfrutar juntos, permite que sea él quien lo lea a su manera.

Ya sea con un cuento o juguete, favorecemos que tome la iniciativa mientras observamos lo que mira (atención conjunta), miramos al mismo punto e intentamos descubrir qué es lo que ha captado su atención. Mientras seguimos a su altura y esperamos, sin hablar y  abriendo bien los ojos para mostrar interés. Escucharemos lo que dice sin interrumpir aunque sepamos lo que va a decir y  repetiremos lo que él ha dicho (ya sea una vocal, sílaba, onomatopeya…) seguido de la palabra adulta que para reforzarlo . Si no dice nada diremos nosotros la palabra mientras le miramos a los ojos, sonreímos y esperamos o le ayudamos a hacer el gesto del objeto.

Para terminar os damos una buena noticia ¨A hablar/comunicar se aprende hablando/comunicando¨ y la familia es la principal fuente de estimulación de lenguaje, comunicación. El juego es una actividad imprescindible que favorece el desarrollo del lenguaje. Los niños/as, mientras juegan, hablan constantemente: lenguaje y juego van siempre unidos. Así  que pongámonos a su altura y disfrutemos de juegos divertidos llenos de lenguaje.

Si tenéis más dudas, os preocupa saber si  ̈todo va bien ̈ y sospecháis que pueda haber un retraso del lenguaje, no dudéis en acudir a vuestro pediatra. En caso de necesitar ayuda, el logopeda será el encargado de ayudaros con el lenguaje de vuestro hijo.

 

 Dónde puedes encontrar más información:

  • «Hablando nos entendemos los dos» de jan Pepper y Elaine Weitzman, 2007
  • «Usted hace la diferencia» de Ayala Manolson, 1996
  • » El lenguaje corporal de tu hijo de Richard Woolfson, 1996

También te puede interesar nuestra publicación «Comunicar desde la conexión».

Comunicar desde la conexión

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos.
Privacidad