Teníamos muchas ganas de compartir este artículo con vosotros, la lectura conjunta es un de los pilares y regalos más importantes y bonitos que podemos compartir tanto con nuestros hijos como como con nuestros pacienticos.
¿Cuándo puedo empezar a leer cuentos a mi hijo?
El interés por la lectura es algo que podemos despertar muy tempranamente desde los primeros meses de vida. En la actualidad podemos encontrar una gran variedad de cuentos adaptados a las necesidades y características de los más pequeños. Desde los cuentos para al baño, de tela blanditos con plástico por dentro para que suenen, que incluyen mordedores, cuentos cantados, indestructibles que ellos pueden masticar, hasta los clásicos de cartón duro para las manos de los lectores más exploradores.
Los bebés mas jóvenes comienzan a disfrutar de la lectura a través del juego y los padres somos sus mejores cuentacuentos.
Los padres podemos leer en voz alta a nuestro bebé. De manera natural cuando nos comunicamos con un bebé adaptamos nuestra forma de hablar a nuestro pequeño y es así que a través de nuestra voz, la entonación, los juegos de palabras y las rimas estamos captando y compartiendo su atención con nuestro lenguaje. Resulta fácil creer que no nos entienden o atienden, pero es en el propio acto de compartir y leer juntos que ellos están aprendiendo a entendernos.
A medida que las manos intentan alcanzar y jugar con los cuentos, podemos introducir cuentos más interactivos donde ellos toque texturas, levanten solapas o sencillamente toquen, chupen, agarren y jueguen.
¿En qué le ayuda a mi hijo el que leamos juntos?
Le ayuda a adquirir vocabulario
los cuentos con sus imágenes están llenos de palabras nuevas, con 9 meses el bebé ya puede señalar los objetos del cuento que le leemos y mucho antes los mirará al tiempo que señalamos sus imágenes. Los niños de 2 años mientras escuchan un cuento en el que el personaje hace distintas acciones aprenden verbos nuevos. Con 4 años atenderán y aprenderán los adjetivos y con 9 al escuchar un sin fin de palabras nuevas irán comprendiendo mejor las diferencias sutiles entre palabras.
En cada edad en la que estén nuestros hijos, los libros ponen a su alcance la posibilidad de adquirir nuevo vocabulario, una función tremendamente importante para su desarrollo intelectual y emocional.
Mejora su capacidad de atención y comprensión
Si quieren enterarse de los cuentos deben escuchar con atención para no perderse, recordar los nombres de los personajes y lo que ha pasado antes. La actividad de lectura conjunta se apoya en la capacidad de mantener la atención durante periodos de tiempo que con el crecimiento y maduración de nuestros hijos irán aumentando. Es decir, les entrena en la capacidad de permanecer atentos durante largos periodos de tiempo a información menos estimulante que una colorida pantalla. Mantener la atención es una habilidad indispensable en nuestra vida diaria desde cuando conducimos a cuando asistimos a las reuniones del colegio de nuestros hijos.
Le ayuda a gestionar sus emociones
A través de los personajes, los niños se exponen a una gran variedad de situaciones que desencadenan emociones, descubren diferentes maneras resolver una situación. La manera en que los personajes se enfrentan a los problemas le servirá de ejemplo para resolver sus propios problemas.
También será una buena manera de comenzar a empatizar con los demás, poniéndose en el lugar de los distintos protagonistas, descubriendo lo que piensan o sienten, y exponiéndose vicariamente a sentimientos como el miedo, la envidia o la tristeza.
Le ayuda relacionarse con otros niños
Los niños que ha escuchado más vocabulario tiene una mayor riqueza de palabras para utilizarlas mientras se expresan. Al mismo tiempo escuchar cuentos e historias les ayuda a estructurar su lenguaje, colocan mejor los adjetivos, organizan mejor las frases e hilar mejor su discurso cuando narran o simplemente hablan.
Los estudios indican que cuando un niño tiene un buen vocabulario se siente más seguro en sus relaciones con los demás. Los niños con más vocabulario tienden a intervenir más, a tomar la iniciativa, participan más en las decisiones de grupo y se defienden mejor de los ataques verbales de los compañeros.
Estimula su imaginación
Un cuento es una ventana a la imaginación, una oportunidad para que el niño cree a partir de lo que escucha y lo que lee. Un cuento le da a un niño la oportunidad de inventar los escenarios, la fisonomía de los personajes e incluso a pensar como hubiera sido un final alternativo más a su gusto; este es un buen ejercicio para estimular su imaginación y fomentar su creatividad.
Le educa en valores
Los cuentos suelen tener incluidas enseñanzas que le servirán al niño para poder educarse como persona. Nuestra colaboración la hora de leer el cuento le ayudará a poder identificar valores tales como la amistad, la generosidad, la amabilidad, etc. y trasladarlos al día a día.
Al seleccionar cuentos según las temáticas los padres podemos encontrar un gran aliado a la hora de trasmitir nuestros valores.
Mejora su rendimiento académico
En tercero de primaria, la habilidad lectora empieza a ser una de las habilidades más importantes para predecir el rendimiento escolar de un niño. A esa edad los niños empiezan a depender de su propia capacidad de lectura para entender los enunciados de los exámenes y para repasar algunos párrafos con información importante el día del examen.
Para cuando estén en bachillerato, la capacidad de lectura es sencillamente crucial. Escuchar cuentos también mejora la expresión verbal ayudando al niño a hablar y escribir de forma más clara, lo que contribuye a hacer mejores redacciones o desarrollando mejor un examen.
Le proporciona disfrute
Los niños disfrutan enormemente al escuchar historias de nuestra boca ya sean escritas, inventadas o de nuestra historia familiar. Disfrutar juntos crea memorias que fortalecen nuestros vínculos presentes y futuros.
Le tranquiliza y calma
En las noches ayuda a conciliar el sueño, y soñar algo bonito. Un cuento es ideal como analgésico después de cualquier accidente, chichón u otra situación espinosa.
Por último nuestra razón favorita:
Le ayuda a sentirse importante y querido
Cuando leemos con nuestros hijos estamos eligiéndoles por encima de mirar nuestro teléfono, de fregar los platos, ver la tele, etc. Estamos trasmitiéndoles nuestro el amor por la lectura , pero por encima de todo a través del hábito de leer juntos le brindas tu tiempo, atención y afecto, creando un vínculo irrompible que lo llevará en su corazón y memoria.